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¿Qué tanto sabemos del microplástico?

¿Qué tanto sabemos del microplástico?

El microplástico es un tema que ha salido a flote más y más desde el año pasado pero, qué significa, y qué consecuencias tiene para nuestra vida y el planeta?

"Microplásticos" y "nanoplásticos" son palabras utilizadas para describir diminutas partículas de plástico del diámetro del borrador de un lápiz normal o inclusive más pequeñas. Ahora mismo, las podemos encontrar a nuestro alrededor, en el interior de nuestro cuerpo y se desprenden de los objetos fabricados con plástico. Recientemente, hemos descubierto que todos los artículos de plástico se descomponen en partículas cada vez más pequeñas que no dejan de ser plástico. Las partículas de plástico viajan por el aire interior y exterior, las aguas dulces, los océanos y otros ecosistemas acuáticos, los suelos, las plantas, los sistemas meteorológicos y la atmósfera, y en el cuerpo de los animales, incluidos, como sabemos ahora, los seres humanos.

Este es un tema muy preocupante. Cada vez hay más pruebas de que los microplásticos y los nanoplásticos son peligrosos para las personas y otros seres vivos, y también para el planeta. De hecho, la Tierra está tan saturada de partículas de plástico que algunos han dicho que estamos viviendo una nueva era geológica: El Plasticeno.

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El plástico útil vs. el plástico de un sólo uso

Es importante marcar la diferencia entre el plástico útil y el plástico que contamina - es decir, el plástico de un sólo uso que termina en el océano. El plástico puede ser duradero y protege de los contaminantes para la comida en los supermercados, por ejemplo. Reduce el desperdicio de alimentos al conservarlos y aumentar su vida útil. También, protege los alimentos de las plagas, los microbios y la humedad.

Sin esta protección, es más probable que los alimentos se estropeen y no puedan consumirse. Dado que el desperdicio de alimentos contribuye al cambio climático, al consumo de agua y energía, a la deforestación y a la pérdida de biodiversidad, cada esfuerzo que hagamos para mitigar esos efectos marca una gran diferencia, y los envases de plástico ayudan a hacerlo posible. Entonces, ¿qué es lo que tenemos que evitar con respecto al plástico de un sólo uso y los microplásticos?

Entendamos un poco más sobre el microplástico:

El microplástico en nuestro ambiente y en nuestro cuerpo

Los microplásticos y los nanoplásticos son lo suficientemente pequeños para entrar en el cuerpo humano. Entran en nuestro cuerpo a través de la piel, cuando comemos y bebemos, incluso cuando respiramos. Las partículas de plástico están muy extendidas en nuestra dieta moderna y en nuestras fuentes de agua potable (desde el grifo hasta embotellada); bebidas (incluidos refrescos y cerveza); pesca y ganado; productos agrícolas y otras plantas comestibles; especies y sal; y alimentos procesados y envasados.

En los últimos años, científicos han detectado la presencia de diminutas partículas de plástico en nuestro torrente sanguíneo, venas, pulmones, placenta, heces y la leche materna de las personas. Las células del cuerpo humano expuestas a partículas microplásticas en el laboratorio experimentan daños y muerte celular. También, las observaciones de animales salvajes en la naturaleza nos muestran que las interacciones con microplásticos y nanoplásticos pueden ser mortales.

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¿Cómo podemos protegernos de los peligros que trae el plástico?

Si te preocupa la cantidad de plástico que tenés alrededor, te traemos algunos consejos para mejorar tu ambiente y eliminar el plástico:

Fuentes alternativas de plástico para tu uso diario

Desde los productos que tenés en tu cocina, en tu baño, en tu oficina, o incluso en lo que consumes, todo puede estar en contacto con microplásticos. Para evitar o reducir este contacto lo más posible, lo mejor es cambiarte a alternativas libres de plástico de un sólo uso. Por ejemplo, podés hacer estos cambios:

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La ropa que utilizas, los muebles en tu casa, los juguetes de tus hijxs o mascotas, ¿de qué están hechos?

Como explicamos al principio, los productos de tu vida diaria pueden tener plástico escondido, como la ropa, los muebles o incluso los juguetes de tus hijxs o mascotas.

Las fibras de plástico se encuentran gran parte de la ropa que usamos. Estos materiales artificiales son los principales emisores de "microfibras" microplásticas y nanoplásticas. Evitá comprar ropa fabricada con fibras de plástico como elastano, poliéster, nailon, acrílico y poliamida. En su lugar, buscá fibras naturales como el algodón 100% orgánico, el cáñamo, el bambú, la lana y otras fibras animales. En la medida de lo posible, evitá también el uso de materiales y muebles de plástico en tu hogar. Las moquetas, los suelos artificiales, las baldosas del techo, las pinturas y acabados, los sofás, las sillas tapizadas y otros artículos domésticos comunes contribuyen a la contaminación por plásticos en interiores. 

Por último, en cuanto a los jueguetes, no es sorpresa que muchísimos son a base de plástico. Para bebés y niñxs, los juguetes de madera sin pintar ni tratar son una de las muchas opciones seguras. Para las mascotas, podés conseguir cuerdas naturales, galletas caseras, frutas y verduras crudas, huesos o cuernos de animales de verdad (del tamaño adecuado para su mascota, por supuesto) para evitar el consumo de plástico.

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Tomá acciones e involucráte

Más allá de los impactos que tienen los microplásticos en tu vida diaria, podés sumarte a organizaciones, firmar peticiones, hacer voluntariado, o unirte a colectivos para ir más lejos y ser parte de la diferencia. En baula creemos que estos pequeños cambios, estos pequeños movimientos, ¡suman a grandes diferencias para ver una Costa Rica más limpia y un mundo más ecológico!

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